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Los independientes y la app del INE
dc.contributor | Vives Segl, Horacio | es_MX |
dc.date.accessioned | 2018-02-09T00:07:01Z | |
dc.date.available | 2018-02-09T00:07:01Z | |
dc.date.issued | 2017-11-20 | es_MX |
dc.identifier.uri | http://ru.juridicas.unam.mx:80/xmlui/handle/123456789/1230 | |
dc.description | <p>Una de las virtudes de la polémica reforma electoral de 2014, es que posibilitó que candidatos ajenos a los partidos políticos, puedan ser postulados a cargos de elección popular, ya sea de la rama ejecutiva o legislativa, en todos los órdenes que nuestro federalismo lo permite. Como se sabe, no es que antes de 2014 no se hubiera observado la postulación de candidatos independientes en algún estado de la República, cuando las legislaciones locales así lo contemplaban, pero fue apenas a partir de la última reforma, que se posibilitó para cargos federales y así se generalizó en las contiendas electorales del país. Fue así que el Estado mexicano cumplió apenas con una cuenta anacrónica pendiente: quitarle a los partidos políticos el monopolio en la presentación de candidaturas.</p><p>Al ser los partidos políticos los que a través de acuerdos mayoritarios aprobaron la legislación para las candidaturas independientes, era obvio que iban a buscar un marco legal que les dificultara en extremo el cumplimiento de los requisitos para obtener la candidatura.</p><p>Considero positiva la posibilidad de que el electorado mexicano pueda optar, si así lo desea, por votar por algún candidato independiente. Lo central, a mi juicio, es aumentar el abanico de opciones para el elector. También sirve para que en un momento –como el actual- de profundo descontento hacia los partidos políticos, éstos tengan los incentivos de conducirse con mayor responsabilidad y rendición de cuentas para que el electorado no les dé la espalda y opte en las urnas por un independiente. Con todo, tampoco me parecería adecuada la proliferación de independientes, que de ninguna manera pueden sustituir a los partidos políticos, quiérase o no, indispensables para el adecuado funcionamiento de la democracia.</p><p>Las elecciones de 2015, las primeras en las que se inauguró el nuevo y vigente entramado legal en materia de candidaturas independientes, dejaron ganadores a candidatos no partidistas en todos los cargos que estuvieron en disputa (gubernatura, diputación federal, diputación local y presidencias municipales). Si bien después se siguió dando algún triunfo en las elecciones de los años sucesivos, nada ha sido comparable con el envión inaugural de 2015.</p><p>La experiencia sui generis de las elecciones a la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México en 2016 fue interesante y aleccionadora en materia de revisión de apoyos para los candidatos independientes. Ello, por dos razones: por el volumen de firmas a validar por parte del Instituto Nacional Electoral (INE) y por las decisiones que tomó el Tribunal Electoral respecto a las impugnaciones de aspirantes independientes a los que el INE les negó el registro (el Pleno de la Sala Superior terminó por subir a la boleta a aspirantes a los que el INE se los negó, por no alcanzar las firmas). Aquí un precedente importante y delicado.</p><p>Hay que recordar que el INE ya tuvo una experiencia previa en términos de validación de firmas en 2015, si bien se trató de una elección de naturaleza distinta: la de las “malogradas”, propuestas de consulta popular, en las que al INE le tocó la titánica tarea de validar firmas, para que finalmente la Suprema Corte determinara la inviabilidad de realizar lo que hubiera sido el primer ejercicio de consulta popular en el país. Posteriormente, al INE le tocó organizar dichas elecciones al Constituyente capitalino. Si de por sí el calendario de actividades del proceso electoral era muy apretado, el proceso de recolección y validación de apoyos lo era aún más, e igualmente, al INE le correspondió la autenticación de las firmas. Algo dejaron esas dos experiencias: de cara a las elecciones generales de 2018, con candidatos a la Presidencia además de todos los cargos federales posibles –más las treinta elecciones locales concurrentes- resultaba en extremo complicado hacer la revisión en papel, como se realizó en los dos procesos mencionados.</p><p>De ahí que la iniciativa de recolectar la firmas y su posterior validación a través de un instrumento electrónico, en este caso una aplicación para dispositivos inteligentes, resultara una propuesta no solo innovadora y modernista, sino absolutamente pertinente. Ello, combinando además la posibilidad de recolectar en papel firmas en aquellas zonas de país que por el rezago tecnológico, no estén en condiciones adecuadas para el uso generalizado de la app. Es cierto que la primera versión de la app tuvo problemas. Quienes saben de arquitectura y configuración de smartphones, entienden que se van sucediendo versiones más actualizadas de celulares, con diversidad de sistemas operativos según los tipos de dispositivos (IOS, Android, etcétera), y que esa aplicación, igual que otras muchas, no funciona universalmente. Pero el INE se dio a la tarea de actualizarla y tiene la ventaja de que permite, a los ojos de todos, ante el escrutinio público, saber cómo van avanzando los aspirantes en el proceso de recolección de firmas, el desempeño por auxiliar, la distribución de los apoyos, y así una serie de datos que permiten conocer con mayor transparencia y prácticamente en tiempo real, la adhesión ciudadana a las candidaturas independientes.</p><p>Todavía estamos lejos de saber quiénes obtendrán su registro como candidatos independientes a los distintos cargos de elección popular. Además de otros requisitos que deben cumplir (en términos por ejemplo, de informes de fiscalización) puntualmente por lo que respecta a la firmas, debe cumplirse no sólo alcanzar el umbral requerido, sino además el requisito de la dispersión y, por supuesto, la legitimidad de los apoyos ciudadanos. Todo esto, validado por el INE.</p><p>Por ello, si obtienen su registro candidatos independientes tras haber cumplido con todos los requisitos legales para las distintas elecciones del 1 de julio de 2018, bien por el incremento de opciones para el elector. Y si se tiene un instrumento que dé mayor precisión y transparencia sobre la manera en la que los aspirantes a candidatos independientes van recabando los apoyos ciudadanos, como es el caso de la app del INE, mejor aún.</p><p> </p><p>hvives@itam.mx / @HVivesSegl</p> | es_MX |
dc.format | image/jpeg | es_MX |
dc.language.iso | es | es_MX |
dc.publisher | Universidad Nacional Autónoma de México. Instituto de Investigaciones Jurídicas | es_MX |
dc.subject | Candidatos independientes | es_MX |
dc.subject | app | es_MX |
dc.subject | INE | es_MX |
dc.title | Los independientes y la app del INE | es_MX |
dc.type | Working Paper | es_MX |
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