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dc.contributorCapdeville, Paulinees_MX
dc.contributorCuriel, Danarieles_MX
dc.date.accessioned2018-03-05T15:27:19Z
dc.date.available2018-03-05T15:27:19Z
dc.date.issued2018-03-05es_MX
dc.identifier.urihttp://ru.juridicas.unam.mx:80/xmlui/handle/123456789/1321
dc.description<p>No es f&aacute;cil determinar si la promesa de una Constituci&oacute;n Moral, hecha por el &ldquo;nuevo Caleb&rdquo;, Andr&eacute;s Manuel L&oacute;pez Obrador, es tan solo una maniobra electoral destinada a asegurar el voto de quienes, cansados de la impunidad actual en el Estado, ponen su esperanza en una revoluci&oacute;n amorosa en las instituciones p&uacute;blicas, o bien si el candidato de la coalici&oacute;n &ldquo;Juntos Haremos Historia&rdquo; est&aacute; convencido de ser El Elegido para esta misi&oacute;n (lo que ser&iacute;a, tal vez, a&uacute;n m&aacute;s preocupante) . Lo que s&iacute; es seguro es que este planteamiento traduce la profunda indiferencia de su promotor respecto a todo aquello relativo al Estado laico, a pesar de reclamarse de la tradici&oacute;n juarista.&nbsp;</p><p>De acuerdo con el art&iacute;culo 40 de la nuestra Constituci&oacute;n, M&eacute;xico es una &ldquo;Rep&uacute;blica representativa, democr&aacute;tica, laica y federal&rdquo;. Ello significa, de consonancia con el art&iacute;culo 130 de la Carta Magna, que el Estado y todas sus dependencias son separados de las iglesias, y que los mandatarios y los servidores p&uacute;blicos en general, se encuentran sujetos a un deber de imparcialidad respecto de las creencias y filosof&iacute;as particulares. Uno de los aspectos m&aacute;s importantes de un Estado laico consiste en que el poder p&uacute;blico no se origina de una fuente divina o sagrada, sino en el pueblo, quien conf&iacute;a en el gobierno del Estado para que en su nombre ejerza esa soberan&iacute;a en aras de la defensa de las libertades. Desde este punto de vista, la laicidad, entendida como r&eacute;gimen pol&iacute;tico-jur&iacute;dico, organiza la autonom&iacute;a rec&iacute;proca entre la esfera pol&iacute;tica y la esfera religiosa para asegurar a las personas plena libertad para definir sus convicciones fundamentales y proyectos de vida, sin interferencia de otras instituciones, grupos o individuos.&nbsp;</p><p>As&iacute; las cosas, la propuesta de redacci&oacute;n de una Constituci&oacute;n moral plantea severas dudas en el marco de un Estado que pretende respetar por igual todas las morales particulares. Tanto m&aacute;s cuando el aspirante a la Presidencia de la Rep&uacute;blica hace alarde de sus creencias religiosas y lanza esta convocatoria durante su toma de protesta como candidato del Partido Encuentro Social (PES), un partido manifiestamente evang&eacute;lico, cuya existencia misma parece poner en jaque a la trayectoria laica del Estado mexicano. Ante este panorama, es dif&iacute;cil no ver en la Constituci&oacute;n moral un serio peligro para nuestro orden secular y sus libertades, en particular, las de los grupos en situaci&oacute;n de desventaja como las mujeres y el colectivo LGBTI, cuyos derechos son objetos de constantes embates por parte de los sectores conservadores de inspiraci&oacute;n religiosa.&nbsp;</p><p>Es importante recordar, en este punto, que la utilizaci&oacute;n de discursos y s&iacute;mbolos religiosos para fines pol&iacute;ticos, de proselitismo y de propaganda electoral es prohibido por nuestra Constituci&oacute;n y por diferentes disposiciones secundarias, en particular, en la legislaci&oacute;n electoral. A esta interdicci&oacute;n corresponde la de los ministros del culto injerirse en los asuntos electorales, en particular, realizar proselitismo a favor o en contra de candidato, partido o asociaci&oacute;n pol&iacute;tica alguna. Se busca de esta manera trazar una l&iacute;nea entre el espacio de los ciudadanos &ndash;lo pol&iacute;tico- y la esfera de los creyentes &ndash;la religi&oacute;n, y evitar la manipulaci&oacute;n de los sentimientos religiosos de la poblaci&oacute;n, en un pa&iacute;s que sigue caracteriz&aacute;ndose por una fuerte religiosidad y sobre todo, por la constante intromisi&oacute;n de la iglesia hist&oacute;rica en asuntos meramente pol&iacute;ticos. La simple idea de una Constituci&oacute;n moral, desde esta perspectiva, diluye considerablemente la diferenciaci&oacute;n de esferas y trae el peligro de imponer una sola moral, cuando el Estado laico es garante, precisamente, de todas las morales.&nbsp;</p><p>Desde la perspectiva del Derecho, esta Constituci&oacute;n abre tambi&eacute;n interrogantes respecto de su naturaleza, vinculatoriedad y relaci&oacute;n con la Constituci&oacute;n pol&iacute;tica y dem&aacute;s textos jur&iacute;dicos. &iquest;Acaso nuestra Carta Magna, al garantizar los derechos humanos de todas y todos, no constituye ya un s&oacute;lido sistema de garant&iacute;as &eacute;ticas? Compartimos, por lo tanto, la opini&oacute;n de quienes afirman que m&aacute;s que un nuevo texto, lo que necesita el pa&iacute;s es el cumplimiento cabal del ordenamiento jur&iacute;dico. Ante la degradaci&oacute;n pol&iacute;tica que vive M&eacute;xico, el llamado a los valores religiosos constituye sin duda una tentaci&oacute;n grande para nuestros pol&iacute;ticos en d&eacute;ficit de legitimidad. De hecho, la propuesta misma de una renovaci&oacute;n moral a nivel nacional encuentra resonancia con el born again evang&eacute;lico, la idea de un renacimiento en la fe de Jesucristo. Pero si bien es cierto que M&eacute;xico necesita cambios profundos, la soluci&oacute;n no pasa por un pacto moral sino pol&iacute;tico. Dejemos que Montesquieu tenga la &uacute;ltima palabra: &ldquo;Que lo que llamo virtud en la rep&uacute;blica es el amor a la patria, es decir, el amor a la igualdad. No se trata de una virtud moral ni tampoco de una virtud cristiana, sino de la virtud pol&iacute;tica&rdquo;.</p><p style="text-align: right;">&nbsp;*Pauline Capdeville es Coordinadora de la C&aacute;tedra Extraordinaria &ldquo;Benito Ju&aacute;rez&rdquo; de la UNAM sobre Laicidad.</p><p style="text-align: right;">*Danariel Curiel es&nbsp;Becario de servicio social de la C&aacute;tedra Extraordinaria &ldquo;Benito Ju&aacute;rez&rdquo; de la UNAM sobre Laicidad.</p>es_MX
dc.formatimage/jpeges_MX
dc.language.isoeses_MX
dc.publisherUniversidad Nacional Autónoma de México. Instituto de Investigaciones Jurídicases_MX
dc.subjectConstitución morales_MX
dc.titleSobre la Constitución moral. Una mirada desde la laicidades_MX
dc.typeWorking Paperes_MX


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