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La segunda vuelta electoral. Una oportunidad colectiva
| dc.contributor | Pedroza de la Llave, Susana Thalía | es_MX |
| dc.date.accessioned | 2018-05-29T21:04:39Z | |
| dc.date.available | 2018-05-29T21:04:39Z | |
| dc.date.issued | 2018-05-29 | es_MX |
| dc.identifier.uri | http://ru.juridicas.unam.mx:80/xmlui/handle/123456789/1792 | |
| dc.description | <p><br />Hace casi 20 años (1999), se celebró el III Congreso Internacional de Derecho Electoral, con el tema “Democracia y representación en el umbral del siglo XXI”, en el que participaron diversas instituciones como el ahora Instituto Nacional Electoral, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, mi querido Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, entre otras, así como destacadas personalidades del ámbito jurídico, nacional e internacional.</p><p> </p><p><br />En dicho evento académico tuve la distinción de ser invitada, para participar con la ponencia titulada “El Sistema Electoral de la Presidencia de la República. Un estudio comparado sobre la segunda vuelta”.</p><p> </p><p><br />Reflexioné sobre varios puntos que derivan de la relación entre los poderes y el sistema de gobierno presidencial, el sistema electoral en un sentido restringido para la elección de presidente de la República, el sistema de segunda vuelta en países iberoamericanos y europeos, así como la reforma del Estado y las expectativas del sistema electoral mexicano, particularmente de la idea de establecer la segunda vuelta electoral. </p><p> </p><p><br />Las recientes elecciones presidenciales celebradas en Colombia, el 27 de mayo del año en curso, trajo a mi memoria aquella reflexión antes precisada sobre la relevancia del sistema de segunda vuelta electoral que, a casi veinte años después, parece adquirir plena vigencia. </p><p> </p><p><br />Básicamente, recordemos que se trata de un sistema -el de segunda vuelta- que tiene como finalidad, desde un punto de vista ontológico, otorgarle mayor legitimidad a la elección del presidente de la República, cuya legitimidad estará sustentada en términos cuantitativos de la votación mayoritaria obtenida en lo que la doctrina ha llamado segunda vuelta electoral.</p><p> </p><p><br />Durante los últimos tiempos, he reflexionado al respecto y dadas las mayores ventajas que representa esta fórmula electoral en un sistema democrático como el nuestro, le he denominado como segunda oportunidad electoral por diversas razones, algunas de las cuales precisaré en seguida.</p><p> </p><p><br />Las reglas para la segunda vuelta electoral o segunda oportunidad electoral, se encuentran establecidas a nivel constitucional en países como Brasil, Chile, Colombia, entre otros. En este último país; por ejemplo, se establece que el presidente de la República es elegido por la mitad más uno de los votos, si ningún candidato obtiene dicha mayoría, se celebrará una nueva votación que tendrá lugar tres semanas más tarde, en la que solo participarán los dos candidatos que hubiesen obtenido las más altas votaciones y será declarado presidente quien obtenga el mayor número de votos.</p><p> </p><p><br />En México, la segunda vuelta electoral no se encuentra prevista en nuestro sistema jurídico electoral; sin embargo, ante los crecientes fenómenos sociales de la corrupción y la desconfianza de las personas en las instituciones del Estado, no es ajeno el clima de crispación social que se respira en este proceso electoral 2018.</p><p> </p><p><br />Procesos electorales tan polarizados como el que actualmente se vive en México deben observarse como una franca y urgente oportunidad colectiva, para impulsar el rediseño de nuestro sistema electoral -al menos por lo que hace a la elección presidencial-, con el fin de fortalecer la institución presidencial desde la confianza de la ciudadanía medida a través del voto popular. </p><p> </p><p><br />Las desavenencias entre la sociedad y los gobiernos se ha visto que surten sus mayores efectos durante los procesos electorales en los que el pueblo cobra factura ante los escasos resultados de las gestiones de los gobiernos en turno, sea Federal, estatal o municipal; el enfado social y la polarización trae como resultado una sociedad fragmentada, generando que en las elecciones (presidenciales); por ejemplo, que ninguno de los candidatos logre obtener un porcentaje de votación verdaderamente representativo del sentir social mayoritario.</p><p> </p><p><br />Por tal razón, una de las herramientas jurídicas como la segunda vuelta electoral otorga una suerte de oportunidad no solo a los candidatos, sino a los electores para razonar en mayor conciencia su voto. </p><p> </p><p><br />La llamada segunda oportunidad electoral, da la posibilidad a la ciudadanía para que se libere de las abrumadoras y de suyo violentas campañas electorales del resto de los candidatos, concentrarse, meditar y razonar informadamente sobre los últimos candidatos presidenciales participantes en esta última ronda y, en el mejor de los casos, se tiene más tiempo para reflexionar sobre la pertinencia o la conveniencia de elegir a un presidente con o sin el respaldo mayoritario en las Cámaras del Congreso.</p><p> </p><p> </p><p> </p><p style="text-align: right;">*Investigadora titular “B” del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM; coordinadora general de la División de Estudios de Posgrado y del CIJUREP de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, e investigadora nivel III del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).</p> | es_MX |
| dc.format | image/jpeg | es_MX |
| dc.language.iso | es | es_MX |
| dc.publisher | Universidad Nacional Autónoma de México. Instituto de Investigaciones Jurídicas | es_MX |
| dc.subject | Segunda vuelta | es_MX |
| dc.title | La segunda vuelta electoral. Una oportunidad colectiva | es_MX |
| dc.type | Working Paper | es_MX |
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