Fecha
2018-06-06
Autor
Pedroza de la Llave, Susana Thalía
Temas
Tercer debate
Descripción
<p><br />El 12 de junio próximo, desde las hermosas tierras de Mérida, Yucatán, se realizará el tercer y último debate presidencial de este proceso electoral 2018, y continuando con una dinámica de cambio en los formatos de los debates, ahora el Instituto Nacional Electoral (INE) experimenta la interacción de la sociedad a través de diversas redes sociales.</p><p> </p><p><br />En efecto, la ciudadanía tendrá la oportunidad de realizar preguntas a los candidatos sobre los temas a debatir, dichas preguntas serán transmitidas a éstos por conducto de los moderadores, en esta ocasión, la y los prestigiados periodistas Gabriela Warkentin de la Mora, Leonardo Antonio Curzio Gutiérrez y Carlos Puig Soberón.</p><p> </p><p><br />De acuerdo con la lectura que hemos dado al currículum de la y los moderadores seleccionados, destacamos de nueva cuenta el espléndido trabajo del INE en la búsqueda de los perfiles más idóneos para esta trascendente labor que exige rigor analítico y claridad para el buen desarrollo del debate.</p><p> </p><p><br />La temática conforme a lo publicado por el INE abordará tres puntos que son esenciales, en igual número de bloques: 1) Crecimiento económico, pobreza y desigualdad; 2) Educación, Ciencia y Tecnología, y 3) Salud, desarrollo sustentable y cambio climático.</p><p> </p><p><br />Las expectativas en torno a este tercer y último debate presidencial 2018 son mayores, es decir, han crecido en la medida que se aproxima la fecha 1 de julio para que las y los ciudadanos emitamos nuestro voto y se hace latente cada día una natural ansiedad electoral por conocer al ganador de la contienda. </p><p> </p><p><br />Al margen de esa natural ansiedad, que también podría deberse al deseo profundo porque se terminen las campañas de odio, división y polarización social, hay puntos que nos orillan a reflexionar lo siguiente.</p><p> </p><p><br />Insistimos, debemos tener claro que no existe un formato de debate que conceda el tiempo suficiente para abordar de manera aproximada o completa las problemáticas que un aspirante a Jefe de Estado y de Gobierno debe dominar. Este debate tendrá la duración de una hora con 40 minutos, de manera que el tema principal “Economía y Desarrollo” es de suyo muy ambicioso. </p><p> </p><p><br />Como instrumentos de la democracia, estos debates tienen como propósito fundamental -hemos dicho- alcanzar mayor información para las y los electores, información de fondo en cuanto a las propuestas y las soluciones de cada aspirante a la Presidencia de México. En esta ocasión; sin embargo, estamos ante la última oportunidad en un doble sentido.</p><p> </p><p><br />Se trata de la última oportunidad para que los candidatos, a través de este tercer debate, demuestren el manejo razonable del tema en general y de los rubros particulares que se desahogarán ante la opinión pública nacional e internacional; expongan con la mayor precisión y claridad posibles las estrategias de solución a las problemáticas económicas y de desarrollo que enfrenta nuestro país. Hemos sido testigos en los anteriores debates que los candidatos se muestran como expertos en diagnosticar de forma general y con cierta ligereza los graves problemas abordados, pero no en proporcionar claridad a sus propuestas estratégicas y soluciones.</p><p> </p><p><br />Por otro lado, también se tratará de la última oportunidad para nosotros, las y los ciudadanos, de observar el desempeño de los candidatos en todos los sentidos y no sólo en cuanto a quién es el que agrede más con sus discursos; se trata de la última oportunidad de los electores para reflexionar objetivamente y sin prejuicios sobre lo que se quiere para México, probablemente -en mi opinión- paz, seguridad y desarrollo.</p><p> </p><p><br />Se trata de la última oportunidad, no para evaluar las capacidades de un orador (la experiencia nos ha dejado claro que un buen orador no es de ninguna forma garantía de un buen servidor público, funcionario o mandatario), México lo que votará es por una persona que brinde seguridad pero, sobre todo, confianza para el ejercicio del servicio público. </p><p> </p><p><br />El éxito de este último debate, quizá, se valorará en términos de la confianza que inspire a las y los ciudadanos el comportamiento responsable y respetuoso de los candidatos hacia los electores tomando en consideración el cansancio de la ciudadanía por el ambiente agresivo y electorero de las campañas, y los candidatos asuman con seriedad y madurez política la distinción de ser -entre más de 120 millones de mexicanas y mexicanos- los únicos a quienes nuestro sistema electoral ha colocado como aspirantes a la máxima investidura de México.</p><p> </p><p><br />Las expectativas generadas a partir de los múltiples ofrecimientos de los candidatos, en todas las materias, son tan grandes que algunas se ven difíciles de cumplir. No obstante, hay que recordar que el artículo 87 de nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece la protesta que deberá rendir el Presidente electo: "Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Presidente de la República que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión; y si así no lo hiciere que la Nación me lo demande”.</p><p> </p><p><br />En otras palabras, no hay democracia perfecta y absoluta, ésta se construye a través de un indeterminado número de elementos que tienen como objetivo poner un tipo de orden común y básico para la convivencia social, para el respeto a las diferencias de pensamientos e ideologías y todo eso se logra a través de la necesaria experiencia, no sólo de los gobiernos en turno, sino del pueblo mismo que vive las consecuencias de su decisiones políticas, sociales y personales.</p><p> </p><p style="text-align: right;"><br />*Investigadora titular “B” del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM; coordinadora general de la División de Estudios de Posgrado y del CIJUREP de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, e investigadora nivel III del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).</p><p> </p>