Fecha
2018-06-08
Autor
Astudillo Reyes, César I. (César Iván)
Temas
Partidos políticos
Descripción
<p><br />El sistema de partidos mexicano muestra signos de agotamiento justo cuando acaban de cumplirse cuarenta años de la primera cirugía institucional que buscó impulsarlo. Sus rasgos actuales emergieron después de las elecciones de 1988, cuando la escisión del cardenismo dio lugar al nacimiento del PRD y a la conformación de un sistema tripartita que alcanzó a ocupar el espacio de la izquierda, la derecha y la centro-izquierda, y que durante los últimos treinta años tuvo la fuerza de aglutinar alrededor del 90% de la votación, elección tras elección. </p><p>La realidad política de hoy nos enseña que el tripardismo está marchito, sus partidos en profunda crisis, sus liderazgos desgastados, sus militantes desencantados, sus simpatizantes sencillamente enojados, y la ciudadanía, cada vez más escéptica y alejada de lo que pasa en el escenario político. </p><p>Las encuestas de hoy reflejan que el partido en el gobierno, en otro momento hegemónico, ha caído al tercer lugar de las encuestas, y que muy probablemente perderá la presidencia de la República, la mayoría relativa en ambas cámaras, y 8 de las 9 gubernaturas en juego. El PAN, que ha accedido dos veces a la silla presidencial, aparece en segundo lugar, y únicamente en Guanajuato muestra una ventaja holgada, en tanto en Puebla y Veracruz la contienda está muy cerrada. El PRD parece que dejará de gobernar en la Ciudad de México, Morelos y Tabasco, y que tendrá una minúscula representación en las cámaras. </p><p>Movimiento Ciudadano está a la cabeza de las preferencias en Jalisco y mantiene una presencia importante en Veracruz. El Partido Verde gobierna en Chiapas, pero todo indica que cederá esa posición y que su desencuentro con el PRI tendrá repercusiones en el corto plazo. Nueva Alianza, Encuentro Social y el Partido del Trabajo continúan en una debilidad tal, que siguen necesitados del oxígeno que para su supervivencia les otorga el esquema de las coaliciones. </p><p>Es Morena, un movimiento que aspira a convertirse en partido, quién aparece liderando las encuestas. Si bien ya participó en las elecciones federales de 2015 y en distintas elecciones locales mostrándose muy competitivo, lo cierto es que es la primera ocasión que compite en una elección presidencial, y todo indica que en su aparición inicial tendrá un éxito rotundo. </p><p>Si las tendencias se confirman, el 2 de julio amaneceremos con un sistema de partidos en agonía, luego de constatar que la disciplina interna está rota, el voto duro se ha difuminado, los liderazgos son pasajeros y el transfuguismo ha alcanzado su mayor apogeo. </p><p>Este desolador panorama nos orillará a volver a explicar el sistema de partidos resultante. Necesitaremos observar, en consecuencia, qué partidos se quedaron, cuál es su fuerza electoral real y cómo se tradujo en espacios políticos, con el propósito de advertir el tipo de sistema que se está irguiendo, su capacidad de generar alianzas o de formar oposiciones, y el tamaño de su voto duro; en qué territorios fueron más competitivos y cuál es la coloración del mapa nacional, para saber si mantienen sus bastiones, si los han cedido o si han conquistado nuevos; y de qué manera se repartió el voto en las zonas rurales y urbanas, entre los estratos escolares de las personas, hombres y mujeres, jóvenes, adultos y adultos mayores para contar con elementos que coadyuven a descifrar al elector mexicano. </p><p>Enseguida, tendremos que determinar cómo reconstruir o hacer renacer un nuevo sistema. Tres impulsos contribuirán a hacerlo emerger de las cenizas. El institucional, porque a ningún gobierno democrático conviene el desmoronamiento de los principales intermediarios entre la ciudadanía y la representación popular; el político, porque son los partidos los que deben darse cuenta de que internamente están resquebrajados y que necesitan reconstruirse desde su vida interna; y el ciudadano, que a través del voto popular marcará la ruta del tipo de partidos, de políticos y de política que quiere para la revitalización de nuestra todavía endeble democracia. </p><p> </p><p> </p><p> </p><p> </p>