Fecha
2018-07-02
Temas
Elecciones
Descripción
<p><br />La primera gran sin sorpresa fue la victoria de AMLO en la elección presidencial, la cual vino a confirmar las tendencias de las encuestas que casi siempre --por no decir que siempre-- lo dieron por ganador. Sin embargo, es una gran sorpresa que haya ganado no solamente con alrededor del 53% de los votos sino además que su partido MORENA y su coalición electoral “Juntos haremos historia” con el PES y el PT estén muy cerca de contar con la mayoría absoluta, pero simple (50% + 1) no calificada (66.7%), en el Congreso de la Unión, tanto en la Cámara de Diputados (entre 51.2% y 58.2%) como en el Senado (entre 43.75% y 54.68%). Cabe acentuar que MORENA por sí sola sería la primer fuerza política del país tanto en la Cámara de Diputados (entre 25.4% y 28.4%) como en el Senado (entre 37.5% y 42.18%).</p><p> </p><p><br />Una gran y muy grata sorpresa para todos fue que cuando casi todos --por no decir que todos-- pensábamos que no nos podríamos ir a dormir o a mal dormir con un resultado incierto que avizoraría un conflictivo escenario postelectoral que recordaba al 2006 o al 2012, resulta que pasadas las 20:00 horas las tendencias eran irreversibles y nos daban a un claro y contundente ganador. A tal grado que Meade decidió salir a reconocer su triunfo y que Anaya hizo lo mismo, ambos con gran altura de miras como demócratas, aunque el segundo no perdió la oportunidad para recordarnos que hubo un uso faccioso del poder, con o sin razón, en su contra.</p><p> </p><p><br />Así, amanecimos el día de hoy con un sentimiento muy parecido al del año 2000, sin conflicto electoral, al menos en el caso de la elección para Presidente. Este hecho puede parecer sorprendente pero para mí no lo fue tanto, baste recordar que tanto el PRI como el PAN, en aquellas elecciones conflictivas optaron por cerrar filas con el primer lugar y no sumarse a la impugnación de la elección, al tenor del “haiga sido, como haiga sido”.</p><p> </p><p><br />Otro de los hechos que podrían parecer sorprendentes fue la alta participación ciudadana de alrededor del 63% de la lista nominal de electores, la cual está en el mismo rango de las elecciones presidenciales del 2000 (63.97%) y del 2012 (63.14%), solamente por debajo de la de 1994 (77.11%), y por encima del 2006 (58.55%). Es conveniente anotar que sin duda a mayor participación ciudadana, hay mayor legitimidad del proceso, pero también apuntar que el producto está legitimado por sí mismo, pues basta con un solo voto de diferencia para ser declarado ganador. </p><p> </p><p><br />La elección vino a confirmar una tendencia que tiene grandes implicaciones para el sistema de partidos y su eventual reconfiguración. Amen de que habrá partidos que, a pesar de tener bancadas, podrán perder su registro al no alcanzar el 3% de la votación nominal en alguna de las tres elecciones, a saber: la presidencial, la senatorial o la de diputaciones federales; resulta que los tres “grandes” partidos, ya no lo son o al menos parece que ya dejaron de serlo. Hasta 1991 el PRI por sí solo contaba con el 60% de la votación, pero desde 1994 hasta 2012 el PRI, el PAN y el PRD alcanzaban alrededor del 90%, en tanto que en las pasadas elecciones intermedias del 2015 apenas llegaron al 60% y tres años después ni al 40%.</p><p> </p><p><br />De esta forma, habrá que estar muy pendientes qué pasará no sólo con el gobierno que encabezará el virtual presidente electo (todavía falta la declaración formal como tal), sus alianzas, sus promesas de campaña, su partido MORENA, su equipo de transición y su gabinete, su coalición electoral con el PES y el PT y si pasará a ser ésta una de gobierno, sino también con el PRI, el PAN y el PRD, desaparecerán tal y como los conocemos, así como alguno o algunos partidos de la llamada “chiquillada”, con las relaciones de pesos y contrapesos, con los otros poder públicos, y aunque hoy por hoy parece innecesaria… con una reforma electoral pendiente, pues todavía nos falta mucho por mejorar.</p><p> </p><p><br />Para concluir nada más nos resta reiterar que seguramente habrá más sorpresas en el futuro próximo, como dice Rubén Blades: “La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”.</p><p> </p><p> </p><p> </p><p> </p><p> </p><p> </p>